viernes, 17 de junio de 2011

Rojo sangre

Cegado por la ira tomo el revólver, con lagrimas en los ojos fue en su búsqueda, toco a su puerta y la encañono, con la voz quebrada le dijo irónicamente;
 ¿Puedo pasar?..
Ella se aparto de la puerta nerviosa dando un par de pasos hacia atrás. Tartamudeando le pregunto:
"¿qué quieres?"
El caminando cerró la puerta de golpe y le contesto:
Solo quiero contarte una historia, siéntate.
 Le dijo de forma imperativa sin dejarla de apuntar, tomando una pausa se preparo  acomodándose en el elegante sillón rojo, aun con la cara desfigurada por el llanto y la voz quebrada...
"hubo una vez un chico con la más triste vida, una niñez de mierda, una juventud solitaria  cuando el augurio no podía empeorar, conoció a una chica. ella le mostro las cosas buenas de la vida, ella lo saco de su eterno y frio invierno, ella le enseño a creer, le mostro el otro lado de la vida, el lado dulce, la ternura de las caricias, el suave calor de su mano tibia secando las lagrimas de su rostro, le enseño el sonido de la risa...
Ella lo interrumpió llorando:
¿Qué harás? le dijo...
Calma aun no termino, le respondió el...
“Por favor no sigas con esto, nos hace mal, tú no quieres hacer esto...” le dijo ella. El prosigo...

...aquella chica cambio su vida, pero eso no era todo, conoció el disfrute de la vida social junto a ella, conoció sus amigos, conoció el amor y su dulce compañía y cuando todo parecía ir bien, el triste tilde de su vida volvió a darle una nefasta sorpresa, invadido por la más terrible escena... su amor, su dulce princesa estaba en casa junto a un desconocido, al abrir la puerta había ropa por el piso, se escuchaban risas cómplices y murmullos que provenían de su pieza, sigilosamente se acerco y al abrir la puerta lentamente, recibió la más grande bofetada que le había pegado el destino.... escapo de ahí, no pudo soportar ese golpe, no hablo mas con ella hasta ese día...

“NO DIGAS MAS POR FAVOR...” suplico ella con la mirada llena de culpa, “PERDONAME”  le dijo, e intento acercarse…
Apuntándola le hiso retroceder diciendo enérgicamente
“ALEJATE DE MI...” y prosiguió con la narración.

”Recuerdas este lindo sofá, herencia familiar por generaciones  en tu familia, ella descolocada lo miro extrañada, él le hablaba pausadamente claramente afectado por la narración que había vuelto a vivir tal situación tan dura para él. gesticulando con el arma aun en la mano le dijo, bueno mírame bien pues siempre dijiste que te gustaba su intenso color rojo sangre, pues ahora seré parte de su rojo inmortalizando este rojo en tu memoria, mirándola fijamente acerco el arma a su boca y le dijo adiós, prosigo a ponerla dentro de su boca y disparo...”

Ante su grito y la escena desgarradora se fusiono lentamente el rojo intenso del sillón con su roja sangre, roja de ira, roja de coraje, roja de rabia, roja de dolor, el mismo dolor que le impidió seguir viviendo, poco a poco el sillón tenía el más profundo  e intenso color rojo sangre que nunca nadie vio...

Pasaron los años y la culpa fue la tónica de esa mujer, pasaron los años pero no las imágenes de los recuerdos  las palabras de aquel hombre no dejaban de sonar en su mente, aquel hombre la condeno a la peor de las condenas... a la cruda culpa que la llevo a la locura, sin poder distinguir lo real  a lo imaginario. Vivió el resto de su vida sedada evitando el color rojo, que la transportaba a aquellas escenas de dolor, recuerdos perturbadores que nunca la dejaron en paz...

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nos vemos al final del arcoiris

 la vida es cruda a veces y no nos da tiempo para maniobrar, no sabemos cuando será la ultima conversación o la ultima sonrisa que recibirem...