lunes, 10 de diciembre de 2012

Discurso del fin del mundo

de Evad Yarag, el martes, 11 de diciembre de 2012 a la(s) 0:17 ·



  Estamos prontos a uno de los hitos más importantes de la humanidad, cada uno de nosotros debe saber que somos parte de algo mucho mayor, así como las células componen a los seres vivos y los átomos a la materia, nosotros como animales somos parte de algo mayor, cada uno de nosotros es un engranaje de esta gran máquina, estamos en tiempos en los cuales la psicosis colectiva que se nos presenta enfrente no es al azar, si bien la mayoría de estas situaciones devienen de una importante variedad de hechos, hay algo que es real y es que nosotros como humanidad no estamos haciendo bien las cosas, somos seres que decimos promover la paz mientras financiamos la guerra, hablamos de hermanos latinoamericanos en nuestro caso y a la menos provocación de algún nacionalista con pocos sesos no falta el individuo que cree que es necesaria una guerra para remediar el problema, tratando de incivilizados y denigrando al personaje que nos ataco en primera instancia o que nos insulto, eso forma una escalada de violencia y un doble discurso continuo, si existen este tipo de psicosis no es por nada, sabemos que estamos al borde del colapso, sabemos que estamos haciendo las cosas mal y que esto no nos lleva a ni una parte, estamos a puertas de una de las crisis más grandes que la humanidad haya visto en la historia, nuestro paradigma económico no responde a nuestra realidad y eso es de dominio público, mientras algunas personas se desviven por cambiar el auto en medio oriente la gente muere por las escaladas de violencia, vemos como una y mil veces el premio nobel de la paz llega a manos de personas que al tomarlo manchan tal galvano con sus manos ensangrentadas, estamos en el punto en el cual ya no sabemos a quién creer,  estamos constantemente viviendo en un caos total pero la visión personal y pequeña de nuestro mundo nos crea la ilusión de una fantasía, nuestra fantasía personal que funciona de las mil maravillas, sé que estoy enfermo de aquello que llaman juventud y que parte de ello es creer que podemos cambiar el mundo. Quizás sea un iluso idealista, pero lo creo posible, si no sucede es porque nos han convencido que es una utopía, las luchas de ayer son los derechos de hoy, las luchas de hoy son los derechos de mañana, sigamos actuando bien mientras podamos, no porque sea lo correcto, no porque la religión te condene a las penas del infierno, no porque tu madre te lo enseño y porque no quieras caer en cárcel, hazlo porque te nace del alma, porque estoy convencido de que la naturaleza del hombre es POTENCIA y si trabajas aquella potencia puedes lograr lo que sea, a los profesores que se desviven por lograr que cada uno de sus alumnos logre sus metas dándoles las herramientas necesarias, a los médicos que curan enfermedades sin importarle la billetera de aquellos que están enfermos, a las personas que le dieron la atención a alguien que se sentía mal y aliviaron en algo su dolor, a todos aquellos que creen que el mundo podría estar mejor de lo que esta si realmente lo quisiéramos les quiero pedir que no dejen morir sus sueños, que recuerden a aquel joven que fueron, sin color político, sin bandera ni prejuicios. Recuerden el sentimiento que nace dentro de cada alma conciliadora, recuerden la sensación de abrazar a tu mejor amigo y decirle que todo estará bien, recuerden la sensación indescriptible de un abrazo de reencuentro con alguien que no veías hace tiempo, recuerden la tibieza de las lagrimas que alguna vez cayeron por sus mejillas de alegría y sepan amigos míos que NUNCA ES TARDE.

Quizás todo esto lo produjimos nosotros mismos como humanidad…




www.youtube.com/watch?v=g58pbxh_Exg

martes, 4 de diciembre de 2012

Un momento de delirio.

de Evad Yarag, el domingo, 2 de diciembre de 2012 a la(s) 23:19 ·

 
  El velo ante los ojos, la realidad vuelve a mutar como lo hacía antes, los colores cambian y las emociones se multiplican, las sensaciones inundan los recónditos espacios de mi mente. nuevamente la sensación de libertad inunda mi cuerpo haciéndome sentir que las cadenas de la realidad no existen, las épicas visiones que alguna vez fueron habituales toman forma en la realidad que me rodea, las cosas no parecen ser visiones enfermizas de una esquizofrenia sin diagnostico, veo a mi alrededor y me siento acompañado de las mejores personas que jamás imagine tener, no hay espacio a dudas, mi destino se forja en la fragua olvidada, el fuelle de los ancestros aun funciona ante mis atónitos ojos, la espada que empuñare en mi lucha ya tiene forma, mientras los herreros y artesanos del Valhala se hacen presentes con su imponente paso y mirada fija en mi rostro atónito, yo sin espacio a preguntas caigo de rodillas, mirando a sus ojos profundos como la procesión se acerca a mí, luego de mi bendición me es entregada la espada que forjada por las mejores manos llego a mí, con la importante misión de lograr el objetivo y vencer el último obstáculo que se puso en mi camino. Dando las gracias a mis ancestros, mi cofradía y las alianzas de sangre que apoyaban mi cruzada, tomo camino dirección al norte, entre oscuros bosques avanzo esperando que mi convicción sea correcta y que la bendición de los antiguos sea tan poderosa como lo decía la leyenda. Retomando la conciencia  luego de las visiones temporales que inundan mi cerebro, veo que las dimensiones que coexisten en mi cabeza se conjugan mientras muestran el camino, el desafío está planteado y avanzo con la incertidumbre de si volveré victorioso o moriré en el intento….

nos vemos al final del arcoiris

 la vida es cruda a veces y no nos da tiempo para maniobrar, no sabemos cuando será la ultima conversación o la ultima sonrisa que recibirem...