lunes, 26 de marzo de 2018

Mi paraiso interno

El desierto interno que poseo son las ruinas de lo que alguna vez fue mi paraíso. Los jardines floridos y los vivos colores aun están en mi memoria. Los atardeceres de vivos colores son solo un recuerdo. En mi interior aun me traen vivas memorias de tiempos en los que alguna vez me sentí pleno, la soledad se refleja en la naturaleza muerta, los frondosos arboles ahora son bosques de grises colores. Los ríos y afluentes de agua cristalina solo son caminos pedregosos de antiguos ríos. Camino entre los escombros. En los poblados territorios de mi mente existen bastos terrenos desiertos. Llenos de cadáveres y presencias de personas alguna vez vivas en mi memoria. La desoladora imagen de estos caminos llenos de vida son ahora el museo de panteones plagados de susurros. La oscuridad de los frondosos bosques ahora dejan libre el paso a los rayos de luz de luna que abrazan la tierra infertil con su pálida luz. Los recuerdos poblan como fantasmas aquellos caminos que dejan escapar entre el eco del viento las voces y risas de antaño, mi esperanza es que vuelva alguna vez la vida renazca en estas tierras muertas. Mientras camino, los recuerdos antiguos me inundan de melancolía. Ese estremecedor sentimiento del que alguna vez fui prisionero. Aquellas visiones no dejan de hacer eco en mi cabeza mientras todos ríen, Me aparto a mi refugio. Donde la destrucción de mis paradigmas sigue siendo el combustible para sueños futuros. Donde la tranquilidad me abraza y conforta junto al tibio abrazo de la piel desnuda de un corazón desbordante de la mas pura energía jamas conocida... El amor profundo de una mirada transparente...

nos vemos al final del arcoiris

 la vida es cruda a veces y no nos da tiempo para maniobrar, no sabemos cuando será la ultima conversación o la ultima sonrisa que recibirem...