viernes, 17 de junio de 2011

Día al revés

6.30 sonaba el despertador, en un dos por tres me levante, había dormido muy bien y lo suficiente, me había acostado bastante temprano en el día anterior, con muchas ganas de ir a la U me dedique a los típicos que haceres matutinos, bañarme, vestirme, lavarme la cara, tomar desayuno, ver el matinal y informarme del "tiempo" por tv, cosa que es muy confiable, siempre le achuntan como se dice. fui a tomar la micro, la que no demoro nada en pasar, era como si estuviera ahí frente a mi esperándome, la gente muy educada cedía el paso al otro para abordar, todos con unas sonrisas dibujadas en sus caras, nadie llevaba lentes de sol,. eso lo ocupaba la gente para ocultar su linda mirada o lo bien que les había hecho el trabajo en la semana, el bus de transantiago iba casi vacío, era algo normal a esas horas y llego rápidamente a la plaza de Maipú, en ese lugar la gente sonreía y conversaba, era como si todos se saludaran, somos si todos se conocieran, espere el cambio del luz en el semáforo que no demoro en cambiar y comenzó a caminar hacia la estación, la gente de forma muy ordenada se dirigía a sus trabajos, eran muy pocos, la estación estaba casi vacía, todos con una gran sonrisa, bajando por las escaleras me llamo la atención que nadie ocupara las escaleras mecánicas, todos caminaban lentamente por las escaleras fijas, se notaba que su condición física era algo que trabajaban a menudo, llegando a la estación de metro espere mirando a mi alrededor rodeado de esa gente linda que vive en mi ciudad, a veces me dan ganas de abrazarlos, con sus cara llena de risa y su amabilidad, el tren no tardo en llegar, la gente ordenadamente hacia caso al guardia de línea de la estación, abordamos sin empujones, como la gente educada que somos era extraño ver como la gente se preocupaba de los demás, como si les naciera del alma, sedean sus asientos a los demás como si eso les diera gran gusto, llegando a la estación santa Ana, donde hacia transbordo no lo podía creer, la gente seguía teniendo esa aura que te envuelve en una atmosfera de plenitud, camine por la estación mientras todos con sumo cuidado intentaban no estorbar el avance de los demás, hice transbordo y tome el tren siguiente, el actuar de la gente seria siendo el mismo y felizmente llegue a rondizzoni, con una sonrisa dibujada en mi cara, no podía dejar de reír, esto era genial, llegando al semáforo había una camioneta que demoro un poco al partir en el cambio del semáforo, el conductor que estaba atrás toco la bocina amablemente y le pidió amablemente que avanzara rápido, a lo que el conductor de la camioneta saco un brazo por la ventana del auto y le hiso un gesto amable para pedirle disculpas por los segundos que lo había hecho esperar...

un día normal, en una ciudad normal, con gente normal, visto por una mente desfigurada, a veces tildado de loco o desprestigiado por eventuales prejuicios, este fue mi Día al revés...

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