viernes, 17 de junio de 2011

El día que reinó el silencio.

El día qué todo termino el silencio se apodero del mundo, las miradas atónitas e incrédulas buscaban respuestas en el cielo… mas no encontraron nada. los sabios buscaban indicios en las profecías de antaño intentando ver el futuro desde ventanas del pasado, más no encontraron nada. era la venganza de la tierra, “mother gaia”, el día de su revancha había llegado, fuimos catalogados como amenaza por ella  y era el momento de nuestro ocaso. Algunos intentaron escapar, pero era imposible, el hombre había olvidado el idioma del mundo, había perdido la capacidad de escuchar la tierra, éramos como peces en una licuadora, solo hacía falta  la voluntad de alguien qué presionara el botón y para nuestra desgracia ya había sido presionado. Las grandes construcciones qué habían sido objeto de orgullo para nuestra sociedad, eran ahora mausoleos de miles de personas qué habían quedado atrapadas, mientras otras corrían sin tener donde refugiarse. Los hombres fueron creadores de las innumerables construcciones qué en estas circunstancias eran una lluvia de escombros qué callaban los gritos y transformaban las calles en ríos de sangre, los hombres invadieron cada lugar de la tierra y rompieron el equilibrio de las cosas, de la misma manera cobro venganza contra el hombre para volver a comenzar... el momento de la gran purga había llegado, cuando el trabajo terminó el desolador paisaje mostraba las innumerables evidencias de una civilización devastada por su poca visión de futuro, por culpa de esto había pagado el precio más alto... las señales del mundo y advertencias  fueron muchas , pero el hombre no las tomó en cuenta y los qué lo hicieron fueron ridiculizados y no fueron escuchados. Fue así como terminó la era de los humanos, lo qué para los hombres fue un desastre, fue un paraíso para los seres vivos sobrevivientes, no había lugar qué no fuera arrasado, pero los animales sabían qué hacer, pues ellos aún escuchaban la voz de la naturaleza…

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nos vemos al final del arcoiris

 la vida es cruda a veces y no nos da tiempo para maniobrar, no sabemos cuando será la ultima conversación o la ultima sonrisa que recibirem...