Oscuridad y silencio. Recuerdos escasos, no recuerdo ni mi nombre ni tampoco como llegue acá, recorro poco a poco el lugar a oscuras, gateando sobre el piso, pero no logro distinguir el más mínimo foco de luz. Siento miedo y no sé que puedo esperar de esta situación. Mientras intento encontrar una salida de este lugar me angustia la idea de seguir ahí. Me detengo a pensar pero al darme cuenta que no tengo donde ir y ni la más mínima idea de donde estoy intento tranquilizarme. Con mis manos toco mi cara para identificar heridas, pero no siento dolor. Parece estar todo en orden, pero sigo sin encontrar la forma de salir.
Lo intenté por largas horas o al menos eso me pareció, Pero no me fue posible. Ese infernal silencio no hacia más que amplificar las voces de los demonios dentro de mi cabeza. Que no hacían más que inquietarme cada vez más.
Cuando me sentí cansado no hice más que dormir, o eso creo. Todo volvió al silencio inicial no tenía nada a mi alrededor. No pude distinguir nada, sólo me recoste y caí rendido. No recuerdo más pero el miedo seguía. Poco a poco el cansancio fue más poderoso hasta tomar el control de mi cuerpo, ya no pude luchar más y caí rendido.