martes, 1 de septiembre de 2015

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Algo vi en sus ojos y en su forma de hablar, reconoci que no era alguien común, alguien especial, de esas personas que te toman atención y tienen palabras precisas, reconocí en su forma de hablar de la vida una igual, una persona de esas inolvidables y que agradeces conocer con el tiempo, agradecí que estuviera en los momentos indicados, esos momentos que por ratos me hacían perder el norte con millones de cuestionamientos, le pedí perdón mil veces cuando la hacía perder su tiempo, pero ella sagradamente no hacía más que estar ahí, espero conservarla lo que más pueda, porque no creo que exista mucha gente así, ella es de esas joyas de persona que la gente no sabe reconocer y tuve la suerte de descubrir, espero que su vida sea próspera y larga, llena de felicidad porque realmente la merece y no tengo dudas que lo será. Porque la bondad de su espíritu es tan latente y tangible como la gran nobleza en sus ojos...

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