Ha pasado el tiempo y junto con eso una extraña sensación se hace latente, en un inicio creí que era mi idea, pero comencé con sueños extraños, podía ver y sentir cosas muy reales, casi siempre eran o parecían recuerdos de tiempos antiguos. En algunos casos no era humano, en cambio era águila, lobo, oso, lechuza, camaleón, etc. Lo extraño era que podía ser consciente de lo que hacía, podía pensar como si mantuviera mis capacidades de humano inalterables, también podía ver y sentirme en otros tiempos, siendo humano en otro tiempo. Era extraño y confuso. La gente con la que interactuaba eran amigables la mayoría del tiempo. Pero en algunas veces pude experimentar la sensación de que me seguían y querían hacerme daño. Por que en esos casos y frente a la duda me apartaba de todo y todos. Así es como sueño mil cosas. Entre ellas lo que parecían ser recuerdos de conversaciones extrañas y recurrentes, con la misma persona y en distintos tiempos. Esta conversación parecía ser transversal al tiempo y forma, no siempre era la misma cara ni imagen, pero estaba seguro que era alguien. Quien merecía y había ganado mis más profundos respetos. Esta persona aparecia siempre en las situaciones más extrañas, ya no sabía en quien creer. Pero esta presencia era la única luz de esperanza para comenzar a entender todo. O al menos intentar llegar lo más lejos posible. El primer encuentro con este ser fue cuando era águila, volaba por lo que parecía ser Norteamérica. Estaba desconcertado. Veía a hombres matarse y no entendía. Podía ver a aquellos nativos pieles rojas luchar con todas sus fuerzas contra los blancos invasores. Aquel hombre era un lakota en esos tiempos. Me vio y pareció entender. Me explico que el hombre mata por poder y que se apropia de lo que no le pertenece. Cuando noté que se comunicó conmigo escapé. No estaba preparado para comunicarme con El. La segunda vez estaba en Rusia, era un oso y caminaba por los bosques. Cuando logre ver como asesinaban a dos mujeres. Me acerqué y corrí luego de escuchar el disparo. Había una que parecía ser la hija de la otra, una parecía de unos 16 años y la otra de unos 34. Ambas muertas, corrí hacia ellos sabiando que no debía. Era un sonido ensordecedor el de aquella escopeta. Debí correr por mi vida. Pero en cambio corrí sobre él asesino, cuando se dio cuenta era tarde. Logre matarlo sin problemas. Parecía borracho. Vestía ropas de militar, aquellas jóvenes tenían signos de haber sido golpeadas y abusadas. Aquel hombre yacía muerto ahí y sólo impeccione el lugar. Si me preguntan porque lo maté no se que responder. Pero si me preguntan cómo animal diría que por estar en mi territorio. Si pensará como humano te digo que se lo merecía. Ese día volví a ver al ser que me había contactado. Me dijo que no podía hacerme responsable de mis pensamientos de humano siendo un oso. Que había hecho lo correcto y que los animales son más civilizados que los mismos humanos. Luego desapareció como siempre lo hacía, nuevamente quedé desconcertado y seguí. La tercera vez que lo vi fue cuando era lobo, un Alfa de una manada. Todos me respetaban y seguían mi consejo. Los lobos eran muy interesantes. Respetaban la vida. Su reputación de feroces era injusta. Una vez entre caminos notamos como nos acechaban, sentí miedo porque sabía lo que era. Eran humanos tras de mi. Le pedí a todos que tomarán caminos separados. Mientras corrí note que había logrado que me siguieran, dejando a la manada libre de asecho. Sólo mi más fiel compañero me siguió. Cuando sentí su olor y oí tu rápido andar lo supe. Grite al viento ordenandole que se fuera. Pero no quiso. Aquel día lo vi morir. Entre el cielo oscurecido por las nubes negras la luna tímida se asomaba en los Llanos y bosques. El sonido del disparo retumbo mil veces en el eco cruel del punto final de su vida. Como pude me acerqué a lo más cerca de lo que podia y pude notar como aún agonizaba mi noble compañero. El cazador celebraba y disfrutaba viéndolo morir. No podía creer la crueldad de aquella visión. Fue así como me avalance sobre el y lo maté lo más rapido que fue posible, estaba con la Guardia baja, lo obvio debió ser que yo corriera luego del sonido del disparo. Pero le debía al menos una venganza a mi compañero. Logró verme antes de morir. Cuando acababa de pasar esto lo volví a ver. Aquel extraño ser me dijo, está noche haz aprendido que el hombre es cruel y no tiene remordimientos. Esta noche le diste una muerte honorable a quien no lo merecia, porque hasta una criatura como tu respeta las leyes de la vida. Estos seres no saben ni conocen este mundo, tampoco pertenecen a el... Mi desconcierto fue tal que no le respondí si quiera. Creo que Aquel hombre es un hechicero, quizás un sabio, tal vez no era humano, pero sin dudas no era alguien malo, creo que era mi mentor. Al menos asi lo crei y fue lo suficientemente consistente hasta ese momento.
En ese momento noté que había pasado una larga senda y había aprendido mucho. Aquel ser me había acompañado mirándome siempre desde lejos, no podía pensar otra cosa que intentar saber más de el. Pero pude notar que sólo el podía lograr encontrarme. Vi que al parecer era necesario vivir mil vidas de distintas formas hasta ser humano y que era la gran prueba. Con pesar logre ver que nadie era consciente de semejante viviencia y muchos parecían partir de cero una y otra vez. Sin avances ni aprendizajes previos.
Así mismo note que yo había cambiado mucho y aquel ser parecía darme consejo o alguna enseñanza cada vez.
Habían muchas leyes naturales que por lógicas que parezcan los animales solían cumplir y los hombres olvidaban, el respeto a la vida por ejemplo. Habían reglas por las cuales tomar una vida y maneras éticas. El hombre había llegado aquí para aprender pero en el camino olvido todo lo importante, en cambio eligió su propia senda, el camino del libre albedrío. Pero no considero la responsabilidad tácita de tal acuerdo. Los pocos hombres que lograron regirse por esto y lo conocían generalmente pagan el precio, solitarios y en silencio guiaban a quienes lo merecían, los elegidos seguían su camino predestinados a llegar y encontrar los grandes maestros. Aquellos iluminados que solían llenarnos de gracia. Muchos de estos maestros fueron asesinados y suplantados por almas demoniacas que utilizaron la entrega de sus discípulos para su propio beneficio. Pero es sabido que las leyes universales comprenden una realidad mayor a lo que jamás podríamos imaginar. Los pocos justos que vivan de acuerdo a esas enseñanzas y las practiquen más allá de una religión lograrán la plenitud y la felicidad que merecen. Las almas pobres o atormentadas recibirán lo justo. Sucedáneos y falsas cosas que consolaran sus mentes por ratos. Pero llevarán consigo el vacío eterno que jamás conocerán. El honor es la senda y escuchar las estrellas te dará las respuestas. Confía en tu criterio y en cuanto haz trabajado en ti mismo. Si conoces tu universo interior lograrás hacer tu propio camino en esta tierra de bestias feroces que dicen ser razonables y civilizados. Si tenemos suerte algún día abrirán los ojos y podrán ser dignos de semejante regalo. De la libertad misma de tus decisiones haciéndote cargo de tus errores y consecuencias.
Mirate en el agua. Ella no miente, mira dentro de tus propios ojos en lo más profundo de ti y sabrás porque tu vida ha sido como es. Enseñanzas o lecciones de vida, castigos o regaños... Todo pertenece a tus propias desiciones.
Si eres digno de este camino se bienvenido a nuestra senda. Recibirás guía y te reconfortaran los vientos. La naturaleza al pasar reconocerá tu alma y te abrazará, tu alma será purificada como el agua y todo el daño será restaurado. Somos parte de lo mismo y volveremos a nuestra casa cuando seamos dignos, ser nuestro propio maestro, ser tu propia luz... Ser tu mismo, cuando logras esto podrás notarlo porque tu presencia será intachable, tus acciones demostrarán tu sabiduría y crearas luz donde no la haya. Tu Alma arderá de pasión y no podrás pasar desapercibido. Serás el sol y las estrellas, serás la Luna y las nubes, los ríos... Serás todo. Ahí verás que contenias un universo en ti, un universo tan grande como el que exploramos en el exterior, pero uno sin más límites que los propios.
Los maestros se fueron para que sólo los elegidos los alcanzaran. Los que supieron escuchar su corazón y lo usaron de guía...