Retomando los rumbos olvidados camine por los caminos de interior, el cielo parecía oscurecerse como en un eclipse, los lindos prados y verdes follajes de los árboles se volvieron grises y los todo pareció perder la vida, el podio estaba vacío y el caos parecía reinar. Los oráculos habían hablado, la suerte estaba echada y nada se podía hacer, en el cielo había dos lunas, y una luna de color azul, el cielo se tornó rojo y todo comenzó a mutar, parecía que cada vez me hacía más pequeño y ese mundo de fantasía se volvía nuevamente mi cárcel. Corrí como pude hasta encontrar al maestro, pero también me había abandonado, ya no era posible remediar la situación, era el fin de mi mundo personal. El tiempo pareció detenerse y ante mis ojos me encontré con mi alter ego, me había encontrado y aun tenia las piezas de ajedrez en mi bolsillo, me tenía rodeado pero al parecer me quería vivo, mientras se acercaba a mi note que era tarde para escapar, agradecí estar solo en ese momento y solo me deje caer de rodillas al piso, cerré los ojos y una luz atravesó todo el lugar, el comandante no paraba de reír mientras me miraba con odio, “no pudiste contra mí, era tiempo de que lo notaras, aun crees que alcanzaras tus preciados deseos?”. Mientras sus palabras sonaban ya nada me importaba, solo escuche como se acercaban a mí y note como me tomaban por los brazos, me traían de espaldas y me arrastraron tomándome ambos uno por cada brazo mientras nos escoltaban, me rehusaba a mirar la decadencia de mi interior, note como el rojo del cielo se hacía cada vez más intenso y la luna azul cada vez más grande, mire a mi alrededor mientras a lo lejos reconocí el lugar, estaba todo destrozado y en ruinas. Estaba acongojado hasta las lágrimas pero me rehusaba a llorar, me entregue al momento y me abandone a mí mismo. Note que el lugar al cual íbamos era mi podio, esta vez en ruinas. Cuando llegamos a aquel lugar no pude contenerme, todo lo maravilloso de ese lugar parecía irreconocible, en el costado derecho note como cada vez se hacía más fuerte una presencia, a lo lejos note que el podio estaba rodeado de un poderoso hechizo antiguo, dibujos de la lengua de los dioses primigenios sobre la antigua piedra brillaban ante mí, recordé que eso no podía ser otra cosa que un altar para el sacrificio, pero llegado el momento no había más por que luchar, ese mundo de sueños estaba acabado y debía morir en el también, recordé las palabras de mi maestro. Aquellas que me decían que solo ocurriría esto cuando estuviera preparado, al parecer era el momento y solo me entrega a las circunstancias, llegado el momento y parado sobre mi podio me tomaron violentamente y me pusieron sobre la mesa de piedra que estaba en el centro, note que el chamán eligió a mi alter ego para realizarlo y le paso la daga del ritual. El rojo sangre se notó en el cielo mientras comenzó a llover fuego, la tierra comenzó a resecarse y el caos reino, reconocí al chaman, era mi maestro y también me abandono. En aquel momento me tomaron de pies y manos y dejaron mi abdomen al aire, acompañaron el momento con los signo del ritual mientras yo no mostraba ningún signo de querer luchar, sobre mi piel sentí como dibujaban aquellas figuras que no paraba de ver en mis sueños y me despojaron de mi runa. La lanzaron barranco abajo y prosiguieron mientras todos coreaban las palabras más oscuras que jamás había escuchado, reconocí ese idioma, lo pude entender aunque era la primera vez que lo escuchaba. No era más que una despedida, hablaban de libertad, de romper cadenas, de trascendencia. Aquello no era mi muerte, era mi liberación. Recordé lo que seguía. Mientras el cuchillo entraba en mis entrañas note como me despojaban del dolor, me resigne a aquel momento mientras veía mis propias entrañas salir. Poco a poco perdía la vida y lejos apenarme la sensación fue distinta. El dolor poco a poco se hacía más lejano y sentía como mis energías lejos de desvanecerse se hacían mayores, aquella luna azul, cada vez se hacía más grande y la lluvia de fuego parecía cada vez mayor, yo me alejaba de todo eso mientras sentía como me atraía una fuerza mayor al centro de todo, el inicio de la creación, había comenzado nuevamente la transmutación. Era el momento de renacer y dejar atrás mis cadenas. Era el momento de crear un nuevo mundo. Una nueva fortaleza y refugio. Un nuevo lugar donde poder habitar y volver a empezar…
Recuerdo que me sentí solo, pero note que no lo estaba, jamás lo había estado realmente. Me vi en el centro del universo me vi conservando todo lo que había aprendido, logre mi iluminación personal transmutando el sufrimiento y recuerdo que aquella sensación logro liberarme. Ahora comenzaba el mayor de los procesos, la reconstrucción personal, volver a jugar a ser Dios y rearmar mi mundo… agradecí a los multiversos por la enseñanza y pedí perdón por no entender la lección. Pero note que el tiempo es el único que te entrega las respuestas y solo las veras cuando estés preparado…