miércoles, 7 de enero de 2015

El arte de la consecuencia

Ser consecuente no es fácil, a ratos serás muy severo contigo mismo, poco a poco irás enfrentando las consecuencias de tus actos, desde pequeño es lo primero que te enseñan tus padres y asumes que no puedes arriesgarte a las repercuciones de tus actos. Notas que pocos piensan antes de actuar y no miden consecuencias. Te das cuenta que no todos consideran tus puntos de vista. Pero este hábito te mantiene en paz contigo mismo. Ayudas al aprendizaje de los demás y te ayudas a ti mismo. Al despertar y ser consciente. Al ver la realidad de esta constante pugna de fuerzas abres tu mente a la responsabilidad de tu propia persona. A ser autoresponsable, a vivir de forma armoniosa mitigando el sufrimiento de los demás, haciéndote responsable del tuyo y creciendo como persona. También dejas de hacerte responsable de los demás teniendo en cuenta que cada uno debe hacer su propio camino, dejas de hacerte cargo de lo innecesario, dejas de perder tu tiempo para reinvertirlo en tu ser, en tu interior y en tu actuar...

Notas que no es necesario ser maestro ni protege a nadie y quiebras el círculo de dependencia. Eres libre por decisión propia para romper las cadenas de tu prisión personal.


Fases de maestro y protegido:


Iniciación - intereses compartidos

Crecimiento mutuo - alta productividad

Separación - protegido desdeña protector

Lenguaje sagrado

Muchos desconocen el poder de las palabras, es necesario elegir con dedicación incluso si se quiere herir a alguien, las palabras tienen el poder de transmitir e influir en las personas. Así mismo debemos entender que las palabras por sí solas no tienen coherencia si no se acompañan de actitudes que se ven reflejadas en el día a día. El poder de nuestra influencia en los otros depende de ello. Estas mismas acciones y palabras repercuten en nosotros mismos. Del mismo modo nosotros influimos en nuestros círculos. Así afectamos el equilibrio de todo lo tangible en nuestra vida más allá de lo que imaginamos. Muchas veces nos encontraremos perdidos, hasta incluso nos esconderemos a veces. Pero nadie quiere ser más encontrado que alguien que se esconde...
Palabras justas a acciones justas, palabras absurdas a acciones absurdas, pero siempre es bueno considerar que si tus palabras no son mejor que el silencio, mejor no decirlas.

martes, 6 de enero de 2015

Amnesia

Acabo de despertar, no se quien soy ni que hago aquí. Estoy en un lugar que parece ser una especie de cuarto de madera que no para de moverse levemente. Todo está en el piso y logró distinguir algunos mapas de lugares que jamás había oído. Grito y pido ayuda pero al parecer me encuentro sólo. No escucho sonido alguno y eso sin dudas me hace sentir aún más desamparado.
Recorro aquella habitación buscando algo que me ayude a recordar algo, había un espejo roto y unos vidrios. Muchas cosas completamente destrozadas y al moverme logró notas que estoy herido. En mi costado derecho y uno de mis tobillos que me impide caminar normalmente. Esos son los dolores más intensos, lo demás parece ser superficial. Uno de mis miedos más grandes parece concretarse, la completa y absoluta soledad sumando uno de los factores más tenebrosos para mi, el sentir que estoy absolutamente perdido sin tener posibilidades de  salir y sin recuerdos que me ayuden a armar una teoría coherente de mi estancia en ese lugar. Aún no puedo siguiera estimar un tiempo. Tengo hambre y sed, me siento desaseado. Tengo mucho dolor de cabeza y ya comienzo a sentirme más débil aún, poco a poco me entregó a la sensacion que me consume por completo. Creo que otra vez perderé el conocimiento. Cierro los ojos otra vez, no logro luchar. 

Caída libre

El aire no dejaba de jugar con mi cuerpo mientras  desorientado no paraba de girar, no se cómo ni cuando comenzó esta situación pero era una de las sensaciones más desagradables que había experimentado. Caía a toda velocidad al vacío y no había nada que pudiera hacer. Intentaba despertar pero no lo lograba, note que no estaba durmiendo. Al menos no del todo. Cuando volví pude darme cuenta que estaba soñando despierto. Había experimentado la extraña sensación de un viaje mental que me extrajo de la realidad y me absorbió por completo...

jueves, 1 de enero de 2015

Responsabilidades personales

Creo sin dudas en fuerzas superiores, creo en que todo tiene un porque y que las cosas suceden por algo, pero es sin lugar a dudas un consuelo ridículo pensar que todo esto es producto de un plan superior. Existe sin lugar a dudas pero somos responsables de cada acción, pensamiento y actitud. Somos seres libres y como tales debemos admitir y aceptar las culpas. Los consuelos espirituales son para gente que no hace más que justificar sus fallas y faltas tras la incapacidad de ir contra ese plan de acción. Todo lo contrario, uno es responsable de cada acto y debe admitir que todo es consecuencia de uno mismo, debemos aprender a ser responsables de nuestra vida. Si no lo hacemos no entendimos lo que significa el libre albedrío. Por ese mismo punto debemos respetar la libertad del otro y no estorbar en sus procesos.   Dejemos de ser patéticos con consuelos espirituales de mentiras reconfortantes para chocar con la realidad...

Abrir los ojos es el primer paso a la cordura. El segundo es entenderlo. El tercero aplicarlo...

nos vemos al final del arcoiris

 la vida es cruda a veces y no nos da tiempo para maniobrar, no sabemos cuando será la ultima conversación o la ultima sonrisa que recibirem...