" Parecía una noche normal, caminaba por las calles como lo acostumbraba hacer, normalmente caminaba acompañado pero ese día iba solo, tranquilo sin más preocupación que la decisión de los siguientes pasos mientras caminaba me sentía calmado, cuando de repente bajo mis pies sentí que poco a poco se movía el piso. Parecía un temblor que poco a poco aumentaba de intensidad, como estaba cerca de casa comencé a caminar en dirección a ella mientras me llamo la atención el cielo que estaba lleno de destellos y luces, la tierra se abría en algunos lugares y dejaba a la vista cohetes que no sabría como clasificar, pero mi sensación era que habían personas dentro de ahí que al parecer escapaban de algo, pero no tenía claro porque, llegando a casa note que todos estaban en las calles desconcertados, la gente no parecía estar consciente de sus acciones, nadie hablaba todos miraban al cielo en el más profundo silencio. Al llegar a casa note que solo estaba mi padre, me acerque a él y al verlo inquieto le dije que tarde o temprano esto ocurriría. No parecía asustado pero si un poco inquieto, en cambio yo me sentía extraño. Como si aquella situación la hubiera esperado o como si alguien me hubiera preparado para aquel día, si bien en mi mente tenia presente la posibilidad de morir alguna extraña sensación me hacía pensar que había motivos para no temer y estar seguro que todo ocurría para un bien mayor…"
Sueño de la tarde del viernes 4 de abril.
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