Recuerdo que desde hace mucho noté mi extraña capacidad de crear infiernos personales. Eso me ayudó a comprender mi oscuridad, a vagar por los solitarios caminos de mi inconsciente, abrir mi mente al entendimiento de mis sueños y miedos, comprobar que desde las cenizas se pueden crear mundos nuevos, que el dolor puede ser el mejor escarmiento a veces. También noté como mis capacidades podían darme nuevas posibilidades. Como podía absorber el sufrimiento ajeno, por lo mismo corte los lazos con todo aquello que alguna vez me contamino. Entender mis patrones de comportamiento adquirido y revertirlos. Así noté que también podía crear paraísos terrenales. Me mantuve a resguardo y rearme todas mis defensas. Alcanse mi tranquilidad y anule todo lo demás. Así mismo pude ver ante mis ojos atónitos que tenía también la capacidad de construir algo nuevo para mi. Comprendí que era momento de aprender la lección....
Aprendí a ser libre...