Seguía tras mi mente, era extraño tenerla conmigo, ahí comprendí que ella me mostraba el camino, no necesitaba reprimirla, caminando por las laderas del cerro quedaba atrás el viejo castillo y la tierra de mis miedos, pero frente a mis ojos estaba un nuevo desafió, una gran cantidad de letreros estaban en un mismo poste en un sinnúmero de direcciones, los caracteres parecían letras de una lengua muerta las cuales no podría identificar, era algo así como un laberinto. Tener tantas opciones me confundía y no sabía qué hacer, mi mente tomo la forma de un águila y se elevó volando dejándome solo, quizás me mostraba el camino pero su ausencia ante tal escenario me hacía dudar. Caminando entre los pasillos al azar que se entrelazaban unos con otros en un sinfín de direcciones me perdí, pero logré guiarme por un sonido que me parecía familiar.
Camine guiado por ese sonido que al parecer era una voz humana, cada vez más claro distinguía sus palabras que parecían sin sentido.
- "No creo en el destino, vivo a mi manera y creo mi camino; decía aquella voz, antes de llegar hay que estar, no puedes decidir sin dudar, las cosas calzan porque quieres, escucha tu corazón..."
Algunas frases no las entendía pero aquella voz familiar me hacia confiar, siguiendo la voz llegué a él, lo distinguí como un igual, un par, su apariencia era simple, como la mía, sin nada que aparentar, cuando lo ví de más cerca noté que el águila estaba con él. Esa señal me hizo confiar y me acerqué.
- "¿qué haces aquí?" me preguntó.
- "no lo sé aún" le respondí, "supongo que debo llegar al final de este laberinto" le dije.
Él me miró y me dijo.
- "ese es tu problema, piensas en llegar, piensas en metas. Primero pregúntate que quieres, luego decide las metas".
Levantó su mano y vi el águila volar luego de eso prosiguió.
- "Si no sabes que hacer aun quizás tu mente tenga las respuestas, los caminos a seguir existen, pero eres tu quien los toma, algunas cosas llevan un curso lógico, pero el destino querido amigo se hace en el ahora...
Aquel personaje de manera simple resumía algunas de mis dudas, como si nos conociéramos de toda una vida, quizás era así o tal vez quería que las cosas calzarán una vez más...